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jueves, 19 de marzo de 2009

Arsenio Pastor Erico

Considerado por la FIFA como el mejor jugador paraguayo de todos los tiempos y uno de los mejores futbolistas sudamericanos de la historia. Es además el máximo goleador del fútbol argentino con 293 goles.
Arsenio Pastor Erico Martínez nació un 30 de marzo de 1915 en Asunción, Paraguay. De descendencia, por parte de los abuelos paternos, italiana.
Su carrera en el Club Nacional de Asunción a la edad de 15. En 1932 estalló la Guerra del Charco entre Paraguay y Bolivia y como Erico aún no tenía edad de ser enrolado, le permitieron acompañar una gira en una selección de la Cruz Roja con fines de recolección de fondos. Ahí fue cuando el joven comenzó a deslumbrar en tierras argentinas. Los dirigentes de dos potencias como son River Plate y Independiente, le echaron el ojo, pero fue la segunda entidad quienes pudieron hacerle firmar un contrato profesional. Debutó para los “Rojos” el 6 de mayo de 1934, con apenas 17 años, contra Boca Juniors. En su segundo encuentro consigue su primero de los 293 goles que su carrera le depararía.
Tras un par de años en las gradas, acribillado por las lesiones, en 1937 explotó definitivamente y realizó 47 tantos en una sola temporada.Un año después llevó a Independiente su primer título nacional en la época profesional, marcando 43 tantos. Y en 1939 (año siguiente) marcó 40 goles logrando el bicampeonato para los “Rojos”. Fueron dos años pletóricos para el amante del buen fútbol: 66 partidos jugados, 52 ganados, 5 empatados y 9 perdidos. Algunos expertos mundiales ubicaron al Independiente de 1938/39 como uno de los mejores equipos de la historia mundial junto con el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano, el Brasil de 1970 con Pelé.
Arsenio formó una delantera de ensueño junto José Vilarino, Vicente De La Mata, Antonio Sastre y Juan José Zorrilla.
Argentina quiso armar un equipo potente para lograr la Copa e intentó convencer a Erico para que se nacionalice así él podría vestirse la albiceleste y blanca por la friolera suma de 200.000 pesos de la época. Erico dijo simplemente que “no”, antes que nada, era paraguayo. Al ser publicado en los noticiarios los hinchas argentinos le aplaudieron y ovacionaron por ese noble acto de patriotismo.
En 1942, Erico tuvo discusiones con los nuevos dirigentes de Independiente y se marchó al Paraguay. Ahí saldó una vieja deuda personal y familiar, sacar campeón al Nacional. Independiente, recibió ofertas de varios clubes argentinos, pero por miedo ha verlo en una potencia rival le hicieron un nuevo contrato, así que en 1943 se volvió a enfundar la "Roja". Independiente vendió el pase de un maduro y lesionado Erico al Huracán donde llegó a jugar apenas 7 partidos y bastantes amistosos antes de retirarse del fútbol argentino cerrando su fabuloso récord de 293 goles.
Brilló como astro de primera magnitud entre lo más grande del fútbol sudamericano de su época. Marcó más de 300 goles en su carrera.
En 1977 la pierna izquierda de Erico tuvo complicaciones sanguíneas debiéndose ser amputada. Parecía que se reestablecía su salud pero tuvo un paro cardiaco fatal el 23 de julio de 1977.
Reverenciado por todos, dentro de la cancha, pero lo fue más fuera de ella. Por su sencillez, su modestia, su solidaridad y su generosidad sin límites.
Como dice Distéfano, “nunca habrá nadie igual que Erico”.

5 comentarios:

Pablo G. dijo...

Desconocía a esta figura. Interesante post. Saludos

Anónimo dijo...

Una emotiva reseña a uno de los primeros grandes goleadores del fútbol sudamericano.
La cantidad de goles que se marcaban entonces por temporada.

Un saludo.

JORGE dijo...

interesante articulo y otra mas grandisima historia.
saludos

Nicolás dijo...

Una historia fantastica. Segun cuentan, Erico fue un futbolista notable, de esos que marcan una epoca.
Un saludo.

www.dalepelota.blogspot.com

Ludmila Rankelez dijo...

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